NUTRICIÓN Y DEFENSAS BAJAS
La relación entre la nutrición y nuestro sistema inmune está más que probada, pero mucha gente no sabe muy bien qué comer para evitar tener defensas bajas.
Son muchos los factores nutricionales que influyen en nuestro sistema inmunológico, por ello nuestra nutricionista va a destacar los más importantes.
MALNUTRICIÓN
Un estado de malnutrición, tanto por exceso como por defecto, desestabiliza nuestro sistema inmune, favoreciendo las defensas bajas. Por un lado, la obesidad favorece la inmunosupresión y aumenta la frecuencia de infecciones. Por otro lado, un estado de desnutrición implica leucopenia (bajos leucocitos/glóbulos blancos, parte imprescindible del sistema inmune) y crea un patrón alterado de secreción de citoquinas (otro componente fundamental que puede influir en tener bajas defensas). Por ello, cuidado con las dietas milagro, ya que las calorías de estas dietas suelen ser muy escasas y favorecen un desequilibrio en nuestro sistema inmune.
Lo ideal es mantenerse en un sano normopeso; si no sabes cómo hacerlo, nuestra nutricionista te puede ayudar a ello.
VITAMINAS ANTIOXIDANTES
Como nutricionistas queremos informarte de que la función de las células inmunitarias está muy ligada al equilibrio antioxidante-oxidante, ya que los antioxidantes protegen a las células inmunocompetentes.
Es útil conocer que las vitaminas como la K, E, C o A y minerales como selenio o el zinc protegen a nuestras células. Estas vitaminas están ampliamente distribuidas por los alimentos pero, generalmente, los alimentos más ricos en vitaminas y minerales antioxidantes son las frutas y la verdura.
ALIMENTOS PROBIÓTICOS
El consumo de lácteos fermentados como yogur o kéfir también puede aumentar las defensas a nivel intestinal. No hace falta que sea un lácteo en particular que te lo vendan para “ayudar las defensas”, cualquier yogur de toda la vida vale. De hecho, los nutricionistas luchamos contra esta publicidad engañosa, aunque este tema da para otro post entero.