A todos se nos llena la boca de orgullo de hablar de nuestra dieta mediterránea, un legado de nuestra cultura alimentaria que por desgracia, vamos perdiendo poco a poco cada día. Aunque podríamos pensar que en España se sigue, cada día está afirmación está más equivocada, y lo demuestra la tasa de obesidad que tenemos (tanto adulta como infantil).
Cómo seguir una dieta mediterránea
Se trata de seguir una seria de 10 básicos imprescindibles en la dieta mediterránea:
Utilizar aceite de oliva como grasa principal
- Alimentarse mayoritariamente de alimentos de origen vegetal (frutas, verduras, frutos secos y legumbres)
- Consumir diariamente granos enteros
- Consumir comida de temporada y fresca o mínimamente procesada
- Consumo de lácteos mayoritariamente en forma de queso y yogur
- Comer poca carne roja, y que sea como parte de una receta, no como comida principal
- Prevalencia el pescado y los huevos sobre la carne.
- El postre siempre será fruta
- La bebida de elección siempre será agua
- No nos podemos olvidar de llevar un estilo de vida activo
¿Y ahora no hacemos eso?
Por desgracia no, los alimentos de origen vegetal no suelen tener siempre presencia en nuestra dieta en la cantidad que deberían, donde se nos puede olvidar tomar verdura o fruta, pero es más difícil que se nos olvide comernos en filete. Y sin olvidarnos de los mitos absurdos que contribuyen a desplazar la fruta (que si engorda después de las comidas, que si por la noche fermenta, etc…)
Tampoco es cierto que en este momento tomemos pocos procesados, ya que cada día tomamos más productos y menos alimentos como tal, y el estilo de vida activo también es una asignatura pendiente para la mayoría
¿Qué podemos hacer ?
Un inicio para seguir con la cultura de dieta mediterránea es empezar por la compra; cuando hagas la lista, piensa SOLO en alimentos sin procesar, que se puedan conseguir de forma fácil en el mercado local (es muy fácil encontrar verdura en el mercado, y no tan fácil bollería industrial o cereales refinados).
Luego tenemos que llenar el carro de la compra siempre con muchísima variedad de fruta y verdura, asegurándonos que estos dos ingredientes sean los principales de la compra. No olvidaremos la presencia de legumbres y frutos secos en la dieta mediterránea y luego ya, con lo que nos quede, podemos comprar pescado, queso, huevos…
Otra parte fundamental es la actividad física; intentar subir las escaleras andando, dar paseos, organizar actividades como senderismo los fines de semana, etc.
Para más información siempre podemos consultar la web de la fundación de dieta mediterránea.
Laura Guillem, nutricionista en NUTRIemoCIÓN (Valencia)