Cómo hacer que los niños coman fruta no es un asunto fácil en algunas ocasiones; sin embargo, en otras, es extraordinariamente sencillo, Los papás y mamás de niños que comen fruta con gana y sin resistencia probablemente no entenderán el estrés que supone que tu hijo no quiera ni probarla. Este post está dedicado a esos padres y madres valientes que no quieren cejar en el intento, por el bien de sus hijos, pero que no quieren forzarle ni generar aún más rechazo hacia la fruta a base de imponérsela, está dedicado a esos padres que luchan porque sus hijos tengan una alimentación equilibrada que prevengan la obesidad.

Pequeñas ideas de tu nutricionista infantil sobre cómo hacer que los niños coman fruta

En primer lugar: no desesperes. Respira, intenta relajarte y enfocar un camino nuevo en la alimentación de tu hijo sin prisas, sin esperar conseguir este objetivo de inmediato. Cambia el chip y dale una oportunidad de unas semanas a esta nueva incercia.

Que tu hijo te vea comer fruta con mucha frecuencia

Así, como quien no quiere la cosa, apañátelas para que tu hijo vea como desayunas unos trozos de fruta, o almuerzas y meriendas piezas de fruta, o la tomas después de comer o cenar. Evita el decir: ” mira, ¿ ves cómo papá o mamá sí que toman fruta?”. Hazte el sueco, como si no tuviera ni más ni menos importancia y no fuera con él. El llamado aprendizaje vicario es un aprendizaje por imitación. Pero para que se animen deben ver una conducta muchas veces antes de intentarla.

Propón juegos en torno a la fruta

Los niños están más motivados cuando se divierten. Puedes proponerles que te hagan un juego a ti: la gallitina ciega. Cortas trozos de diversas frutas y ellos te vendan los ojos. Te van dando fruta y tú tienes que ir adivinando según sus cualidades qué fruta estás comiendo. Tal vez al principio no se animen a realizar ellos mismos el juego, pero ya están asociando la fruta con algo positivo y divertido.

 

Trajina con ellos en la cocina

A muchos niños les gusta trajinar en la cocina. Una manera fácil, resultona y rápida de que lo hagan es preparar  un batido de frutas. Al principio puedes proponer que lo hagan para ti o algún invitado. Opta por el batido mejor que por el zumo. Suelen ser opciones agradables los de plátano o fresa con un poco de yogur y leche mezclados y un cubito de hielo. Otras opciones riquísimas son los batidos de leche con plátano y una cucharada de cacao puro, o los  batidos de yogur, limón con naranja y zanahoria. Tal vez se animen a probarlo ellos también, tal vez no, pero ya se han divertido en contacto con la fruta.

La fruta no es sólo postre

Si te acostumbras a que en tus ensaladas, en tus platos al horno o en sopas haya fruta, tus hijos se acosrumbran a que la fruta puede estar presente de muchas maneras y que tú la normalizas en tu alimentación.

El milagro de las brochetas

No sabemos muy bien por qué, pero en niños con mucha resistencia hemos visto que a veces funciona que te ayuden a confeccionar brochetas de fruta para ti. Luego tal ve ellos prueben algún trozo. Nos encanta ver que en algunas fiestas de cumpleaños ya se han planteado incluir las brochetas de fruta, ¡ y los niños se animan a probarlas!

No fuerces a tu hijo a comer: el aspecto psicológico

Es posible que tu hijo coma “alguna fruta”. Tal vez sea monotemático de la manzana, de la pera o de la sandía. No importa, Parte de ahí, mantén ese consumo y deja de presionar, insistir, sobornar o reñir. Que perciba que, para ti, de pronto que como fruta no es cuestión ya de vida o muerte. Mientras tome algún tipo de fruta, ve probando, a medio plazo, los trucos anteriores. No te obsesiones ni recurras a complementos alimenticios.

Si el caso de tu hijo es especial y la relación con la comida se complica- a veces pasa- puedes llamarnos y concertar una cita con nuestra nutricionista infantil o directamente con la psicóloga infantil.

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