Todo el mundo ha oído hablar de la Anorexia nerviosa (AN), pero lo cierto es que esta enfermedad no se conoce del todo bien. Muchas personas piensan, por ejemplo, que el vómito o el infrapeso siempre va asociado a la anorexia. O que la anorexia no se cura. Existen muchos mitos al respecto… Sin embargo la parte más desconocida de la anorexia, al igual que del resto de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) es “lo que hay detrás”, o siguiendo la metáfora del iceberg, “debajo” (exigencias, miedos, traumas, conflictos personales y familiares, y un largo etc.)

Pienso que es importante señalar, antes de nada, que dentro de los TCA, el nombre y apellidos que se le de (el diagnóstico), aunque ayuda a tomar conciencia del problema y plantear el tratamiento, en realidad es lo de menos. Da igual que lo llamemos anorexia nerviosa subtipo restrictivo o purgativo, bulimia nerviosa, trastorno de atracones u ortorexia. Al final es un TCA y todos los TCA tienen una base psicológica que la inmensa mayoría de las veces nada tienen que ver con la alimentación o el aspecto físico.

¿En qué se caracteriza la Anorexia nerviosa?

Se distinguen 3 factores:

La RESTRICCIÓN.

La persona que sufre anorexia se restringe alimentos (principalmente los que considera más energéticos) o se salta ingestas que antes hacía (almuerzo, merienda, cena…).  Cuando la persona sistemáticamente come por debajo de sus requerimientos,  el peso acaba por reducirse llegando a un peso significativamente bajo, o un peso por debajo de lo esperado (en el caso de los niños o adolescentes). En muchos casos, la persona pierde mucho peso pero no ha llegado a una delgadez extrema. Esto sigue siendo anorexia (se le suele llamar AN atípica, aunque la verdad es que es también muy frecuente), si se cumple los otros 2 criterios diagnósticos que vamos a ver a continuación.

El MIEDO.

Una persona con anorexia tiene muchos miedos, pero el miedo principal y más intenso es a ganar peso. Es curioso que este miedo no se alivia con la pérdida de peso sino que por el contrario puede aumentar. Normalmente el/la paciente lo verbaliza, habla de ese miedo, pero… en ocasiones puede no identificarlo o admitirlo (pasa en los más jóvenes), pero podemos estar seguros de ello cuando existe un comportamiento persistente que interfiere con el aumento de peso.

La DISTORSIÓN.

La imagen corporal en los pacientes con anorexia suele estar alterada. Sin embargo, algun@s pacientes sí son conscientes de su delgadez o se perciben delgad@s, lo que pasa es que:

  • les preocupan que algunas partes específicas de su cuerpo (abdomen, nalgas, muslos…) por sentir que están demasiado “gordas”,
  • o bien no reconocen las graves consecuencias médicas de su estado de desnutrición.

Dentro de la anorexia se han descrito 2 Subtipos, según el DSM-V (última edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales):

  • Restrictivo: Cuando la pérdida de peso es debida a la restricción, dieta, ayuno…etc y/o a la práctica de ejercicio físico de manera excesiva. Lo más habitual es que el ejercicio físico vaya unido a la restricción o a otro tipo de compensación. A veces junto al ejercicio físico, o en su lugar la/el paciente recurre a actividad física de cualquier tipo, como hacer largas caminatas, limpiar hasta la extenuación, permanecer de pie hasta para estudiar, etc.
  • Con atracones/purgas: Cuando se dan episodios recurrentes de atracones y/o purgas. Frecuentemente los atracones van seguido de purga (vómito autoprovocado o utilización incorrecta de laxantes, diuréticos o enemas) o de algún tipo de compensación (una mayor restricción o ejercicio físico). Las purgas pueden darse también sin atracón previo, tras consumir pequeñas cantidades de alimentos que consideran prohibidos, simplemente por tener la sensación de haberse pasado.

Como hemos comentado al principio, la AN es mucha más que el síntoma (lo que se ve: alteración de la conducta alimentara, pérdida de peso), hay un fondo muy doloroso. Por lo que es importante tener en cuenta que la recuperación de peso de una persona con Anorexia nerviosa no implica necesariamente que se haya curado. Lo que subyace, ya sea de origen o como consecuencia de la desnutrición, hay que abordarlo con terapeutas que conozcan bien la enfermedad, para alcanzar la recuperación definitiva y evitar las recaídas.

Un equipo multidisciplicar especializado te ha de acompañar en el proceso para que todas las áreas que afectan a esta enfermedad tan compleja sean trabajadas.

Y sí, de los TCA también se sale.

CRISTINA GARCÍA TÉBAR. Dietista de Nutriemoción.

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