La anemia ferropénica es un problema frecuente en las personas de tercera edad y está relacionada con un aumento de la morbilidad (probabilidad de enfermar) y mortalidad.
En 2017 se reportó, según el Sistema Nacional de Salud español, por cada 1000 personas de 65 años de edad o más tratadas en este año, aproximadamente 17 padecía anemia ferropénica.
Nos puede parecer que la anemia ferropénica no es tan frecuente en mayores porque no suele ser el problema más visible o más llamativo. Sin embargo, es muy frecuente, por las razones que expondremos más adelante, y suele estar detrás de muchas otras afecciones o patologías. La anemia en nuestros adultos mayores se asocia a trastornos cardiovasculares de graves repercusiones, alteraciones cognitivas y conductuales, disminución de la capacidad física y aumento del riesgo de caídas y fracturas.
¿QUÉ ES LA ANEMIA?
Es una afección que se desarrolla cuando la producción de glóbulos rojos sanos es inferior a la normal, por lo tanto, el cuerpo no va poder captar suficiente cantidad de oxígeno para transportar a los tejidos.
La deficiencia de hierro, unida a la deficiencia de la vitamina B12 y acido fólico, es una de las causas más frecuentes de anemia en pacientes geriátricos.
ANEMIA FERROPÉNICA
Es el tipo de anemia más común. Se desarrolla cuando no hay suficiente hierro en nuestro organismo.
Los glóbulos rojos contienen hemoglobina, que es una proteína encargada de transportar oxigeno. El oxígeno se une al átomo de hierro que forma parte de la hemoglobina. Sin una cantidad suficiente de hierro, se producen menos glóbulos rojos.
SIGNOS Y SINTOMAS DE LA ANEMIA
- Palidez
- Mal humor
- Cansancio, fatiga.
- Mareos o aturdimiento
- Vértigo
- Ritmo cardiaco acelerado
- Retrasos en el desarrollo y problema de conducta
- Manos y pies fríos
CAUSAS LA ANEMIA FERROPÉNICA EN EL ANCIANO
- Pérdida de sangre.
- Problemas para absorber el hierro debido al abuso o uso prolongado de fármacos antiácidos.
- Problemas para absorber el hierro debido a afecciones o cirugías intestinales y/o digestivas: pH gástrico elevado, resección intestinal, enfermedad celiaca, enfermedad inflamatoria intestinal, etc.
- Enfermedades renales. Cuando los riñones están lesionados no producen suficiente cantidad de eritropoyetina (hormona encargada de la producción de glóbulos rojos). La insuficiencia renal crónica leve o grave es una enfermedad muy frecuente en adulto mayor.
- Insuficiente cantidad de hierro en la dieta, o excesiva presencia de de taninos o fitatos.
INDICACIONES PARA AUMENTAR EL HIERRO DIETÉTICO Y SU ABSORCIÓN:
- Consumo habitual de carne: 2 días a la semana carne blanca, y 2 días carne roja
- Consumo habitual de mariscos ricos en hierro: berberechos (sobre todo) y mejillones.
- Consumo de alimentos vegetales ricos en hierro: Legumbres (principalmente), Frutos secos, Frutas deshidratadas, Cereales integrales, Verduras de hoja verde oscuro.
Debes acompañar estos alimentos, en la misma ingesta, de otros ricos en vitamina c (kiwi, mango, naranja, mandarina, tomate, pimiento rojo crudo, perejil fresco…) para favorecer la absorción del hierro de origen vegetal.
La presencia de proteína de origen animal (carne, huevo, pescado) junto a los alimentos vegetales ricos en hierro también favorece la absorción del mismo.
- No aproximar la toma de café y te a las comidas principales en las que más habitualmente está presente el hierro. Los taninos, unos componentes de estas bebidas, interfieren en la absorción del hierro.
- Evitar consumir leche o productos lácteos en la misma ingesta que alimentos ricos en hierro, ya que el calcio y el hierro compiten en la absorción intestinal.
ZULMA ESTHEPANY ALVARADO COTRINA. Graduada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (UNMSM)
CRISTINA GARCÍA TÉBAR. Dietista de Nutriemoción.