¿Qué es saludable? ¿Lo verde, lo light, lo ecológico? ¿Es sano el pan, el chocolate, la fritura?
Aunque te parezca obvio, la realidad es que existe una gran confusión en la población con respecto a este tema, y esto puede estar contribuyendo a que haya tanto problemas con la comida en nuestra sociedad.
- SALUDABLE… ¿A QUÉ NIVEL?
Buscamos lo saludable para estar sano, tener salud. Pero… ¿Qué es salud? Según la OMS «La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades» Y no es porque lo diga la OMS, es que es coherente.
La bollería, en principio, no diríamos que es sana. Pero tampoco diríamos que es insana (más bien diríamos que es “poco o muy poco nutritiva”) ¿Por qué? Es obvio que comer 5 veces al día bollería sería perjudicial a la larga, y sin embargo comer fruta/verdura las mismas veces sería beneficioso. Pero no estamos hablando de excesos, eso sabemos que no es bueno, con nada. Debemos mirar nuestra alimentación en su conjunto (y no los alimentos que de forma aislada consumimos), para poder hacer una valoración y concluir si contribuye o no a nuestro bienestar físico.
A las personas con trastornos alimentarios o que tienen conductas alimentarias de riesgo (están excesivamente pendientes de lo que comen, buscan inmediatamente la manera de compensar si consideran que “se han pasado”, o son muy rígidas en su alimentación…) comer alimentos considerados insanos como un croissant o unas papas les genera intranquilidad, culpabilidad, obsesión, ansiedad… ¿Cuánto de sano es eso? Desde luego estas conductas poco estarán contribuyendo a su bienestar psicológico y social
- SALUDABLE… ¿PARA QUIEN?
Para una persona, pasar a un hábito más saludable puede ser añadir más verdura en sus comidas, o incluir alimentos que nunca han comido y que son nutritivos y dejar de lado el comer todos los días elaboraciones preparadas poco nutritivas.
Para otras personas, lo saludable será volver a poner aceite en las comidas, enfrentarse al miedo a comer grasas, tras años de hacer una dieta detrás de la otra y creer que la grasa engorda.
La palabra saludable puede ser muy engañosa. NO tiene validez
- si no tiene en cuenta tu realidad, tu vida, tu contexto, tus necesidades…
- si no te funciona, si no es sostenible (a nivel económico, a nivel práctico…) y si no te lleva a experimentar mayor bienestar a largo plazo
Como nos dice Nuria Áreas, de “Comiendo se aprende”, uno puede elegir y comer “sano” todos los días de su vida y está bien, y no por ello tiene qué tener obsesión por la comida, ni por el control, ni estar enfermo. Está bien que queramos basar nuestra alimentación en alimentos nutritivos (“sanos”) y que reservemos otro tipo de alimentos menos nutritivos o no nutritivos para determinadas ocasiones incluso con la posibilidad de escoger y decidir libremente no hacerlo. Hasta aquí bien, ¿verdad? Elegir alimentar nuestro cuerpo con lo que creemos que es lo mejor desde el autocuidado.
Pero es importante, sobre todo si venimos de un historial de dieta o de un trastorno alimentario, preguntarnos con sinceridad:
- ¿Por qué no como “X” alimento? ¿Porque si lo hago me voy a sentir mal?
- ¿Para qué quiero “comer sano”? ¿Para perder peso o no aumentar de peso?
- ¿Desde dónde? ¿Desde el miedo, la autoexigencia, incluso el autocastigo?
- Mis elecciones (“solo comer sano”) ¿me limitan? ¿me causan malestar?
- ¿Me preocupa tanto la salud que pongo el foco sobre lo que como (cada alimento, cada ingrediente) acabando por limitar y perjudicar otras áreas de salud?
Si la salud comienza a ser una obsesión y a generar malestar… entonces no hemos resuelto un problema, hemos creado otro.
- LA CULTURA DE LA DIETA
La cultura de la dieta nos ha hecho creer que debemos dejar de comer muchos alimentos que nos gustan porque no son sanos y engordan. Sin embargo, ¿Qué pasa si los consumes? Los disfruta menos, pues los comes con inseguridad, y sensación de culpabilidad. ¿Y si te apetecen y no te los permites? Los deseas mas
La realidad, afortunadamente, es que, como dice la psicóloga Miriam Sanchez, hablar de dietas ya no vende o no vende tanto como antes, pues cada vez estamos mejor informados sobre la evidencia aplastante de que las dietas no funcionan y que pueden provocar daño en el largo plazo . Ahora nos la intentan colar con otros términos o etiquetas más “cool” como: wellness, alimentación fit/clean, etc. pero es el mismo perro con distinto collar.
Caminar en la dirección de lo saludable es genial, desde el realismo, el respeto a uno mismo… Pero no vamos a perseguir la salud perfecta para perderla ¿no crees?.
CRISTINA GARCÍA TÉBAR. Dietista de Nutriemoción.