Un interesante repaso por los aspectos botánicos y nutricionales que diferencian los frutos secos de las frutas.

FRUTOS SECOS VS FRUTAS. ASPECTOS BOTÁNICOS.

¿Te apetece conocer algunas curiosidades sobre estos alimentos tan ricos y nutritivos? ¿Sí? Pues a nosotras también nos hace mucha ilusión hablarte de ellos desde un punto de vista mas allá de lo meramente nutricional. Entender y conocer de dónde vienen los alimentos que consumimos nos puede hacer apreciarlos más ¿no te parece? Pues bien, ¡vamos allá!

Los frutos secos llevan este nombre porque tienen algo en común: una cantidad de agua considerablemente baja. A diferencia de ellos, en las frutas, que botánicamente también son frutos, el contenido en agua representa más del 50% de su composición y por ello se les considera “frutos carnosos”.

La otra diferencia importante entre frutas y frutos secos es que la parte comestible, en el caso de los frutos secos, no es el fruto en sí, sino la semilla.

Es interesante conocer algunos aspectos botánicos para entenderlo mejor. ¿Lo vemos?

En cualquier fruto vamos a encontrar 2 partes, al menos. Por un lado, la semilla, y por el otro, el pericarpio. El pericarpio es la parte exterior del fruto, es decir, la parte del fruto que envuelve la semilla, y está formado por tres capas. De afuera hacia adentro estas capas son:

  • El epicarpio o exocarpio. Es la capa más exterior del fruto. Normalmente se trata de una capa delgada coloreada que, aunque endurecida, no suele ser leñosa (en las frutas suele ser la piel).
  • El mesocarpio. Esta capa suele estar construida por muchas células grandes, y en el caso de las frutas, suele ser la parte carnosa que consumimos (la pulpa). Piensa en cualquier fruta como el melocotón (fíjate en la foto de abajo), la sandía… e incluso algunas hortalizas como el tomate, que también son frutos.
  • El endocarpio. Esta capa es la que rodea directamente a la semilla. Puede tener una consistencia parecida a la del mesocarpio en algunos frutos, como en la manzana, la pera o la uva, y en muchos de estos casos también lo consumimos. En otros frutos, podría endurecerse mucho diferenciándose del mesocarpio, en cuyo caso sería la cáscara de los frutos secos, como el pistacho (fíjate en la foto de abajo), o el “hueso” de las frutas (melocotón, mango…), dentro del cual se encuentra la semilla.

Fíjate en las siguientes fotos porque así lo entendás mejor:

Partes de un pistacho. Imagen extraída de: https://bit.ly/3t7MmNv

 

Anatomía del melocotón. Imagen extraída de: https://bit.ly/2RrSfaz

             

FRUTOS SECOS

Así, los frutos secos son aquellos frutos de la naturaleza cuyo pericarpio en su conjunto, cuando el fruto está maduro, está formado por células muertas por lo que tienen un aspecto seco, y lo que nosotros consumimos, como ya hemos comentado, es la semilla.

Dentro de los frutos secos, distinguimos:

  • los “frutos de cáscara”, que son la mayoría: almendras, anacardos, avellanas, castañas, nueces, nueces de Brasil,  nueces de macadamia, piñones, pistachos, semillas de calabaza, semillas de girasol (pipas)…
  • los “frutos de vaina”: cacahuetes (aunque pertenecen a la familia de las legumbres, están considerados popularmente como frutos secos, y nutricionalmente tienen muchas similitudes).  

Las bolsas de “surtido”, “mix” o “cocktail” de frutos secos que podemos encontrar en cualquier tienda o supermercado, suelen contener muchos ingredientes pero no todos son frutos secos ¿A cuales nos referimos?

  • “Quicos”. El quico no es un fruto seco sino un cereal (el maíz) frito.
  • Garbanzos secos o Habas secas (también legumbres, como los cacahuetes)
  • Bolitas de snacks, del estilo de los “gusanitos” pero redondeados, o similares. Estos productos se han fabricado a partir de sémola de arroz, azúcar y otras sustancias… es decir, nada que ver con los frutos secos
  • Arroz inflado
  • Frutas deshidratadas (pasas, trocitos de manzana, albaricoques o coco deshidratado)

FRUTAS

A diferencia de los frutos secos,  los frutos carnosos (frutas y otros frutos del grupo de las verduras como el tomate o la berenjena) se conservan suculentos hasta la madurez y esto es porque las células del mesocarpio se mantienen vivas. De las frutas no consumimos la semilla, sino el mesocarpo, y en algunos casos el endocarpio, como ya hemos comentado, e incluso el epicarpio (piel) si es muy fino, como en el caso de la manzana, la uva…

Dentro de las frutas (que, recordemos, hemos comentado al principio que se distinguían por su contenido elevado de agua), distinguiríamos.

  • las no oleaginosas (aquellas en las que el porcentaje de grasa es nulo o insignificante, y son la mayoría de las frutas que conocemos): naranja, manzana, pera, sandía, albaricoque, fresas, plátano…
  • las  oleaginosas (aquellas cuyo contenido en grasa es mayor, como es el caso del aguacate, la aceituna, el coco…). Aunque aguacate y aceituna sí que contienen un porcentaje considerablemente alto de agua (casi un 80%), por ellos se consideran “frutos carnosos”, el coco sin embargo poseen aproximadamente la mitad de agua que estas 2 anteriores.

No podemos dejar de mencionar en este post a las FRUTAS DESHIDRATADAS (uvas pasas, “orejones”, dátiles, manzana, mango deshidratado…,). Las frutas deshidratadas que son aquellas frutas a las que mediante un proceso tecnológico se les ha eliminado una parte importante del agua que poseían.

Próximamente sacaremos la segunda parte de este post en el que compararemos el aporte nutricional de las frutas frente a los frutos secos

CRISTINA GARCIA TÉBAR. Dietista de Nutriemoción.

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