Son muchas las personas que cuando quieres empezar a comer mejor o perder peso lo que hacen es contar calorías, y empiezan a eliminar los alimentos que tienen un mayor densidad calórica. Pero, ¿eso es realmente efectivo? ¿Comer menos calorías significa comer mejor? En mi opinión como nutricionista, la respuesta es muy clara NO, y en este artículo os intentaré explicar el por qué.
¿Muchas calorías equivale a malo?
La afirmación de que un alimento con muchas calorías es malo y hay que evitarlo es muy simplista, ya que no es solo las calorías, sino la calidad de esas calorías. Por ejemplo, los frutos secos son alimentos con alta densidad calórica, pero son muy recomendables en la alimentación diaria, ya que nos aportan muchas vitaminas y minerales, componentes antioxidantes y fibra, y además, aumentar el consumo de frutos secos no implica el aumento de peso. Como bien nos comenta Julio Basulto en este artículo los frutos secos no engordan. Esto es solo un ejemplo para mirar no solo la cantidad, sino mucho más importante, la calidad de los alimentos que comemos.
Por tanto, tampoco si su densidad calórica es baja significa que sean alimentos de consumo diaria buenos para nuestra salud. Hay alimentos que, aunque nos aporten poca energía, si esa energía viene en forma de azúcar simple, grasa saturada, grasa de palma o similar no son alimentos saludables. Como ejemplo tenemos las barritas de chocolate “adelgazantes” .
Todos los días ni gastamos lo mismo ni comemos lo mismo
Tampoco es útil ir contando calorías todos los días de tu vida, por tanto lo ideas el aprender a comer bien. No todos los días comemos exactamente lo mismo, por lo que tampoco nos apetecerá lo mismo. Todos tenemos días en los que tenemos más hambre y comemos algo más, y por el contrario, días que estamos más inapetentes. No es sano ir controlando no pasarse de 1500 Kcal o lo que sea, ya que puede llevar a una obsesión y a largo plazo no tiene mucho sentido.
Conclusión; más vale comer bien, alimentos (no productos) que nos nutran y no preocuparnos tanto por la energía sino por la calidad de lo que comemos.
Laura Guillem Molina, dietista-nutricionista en NUTRIemoCIÓN (Valencia)