Entendiendo el trastorno dismórfico corporal

trastorno dismorfico corporalNos interesa hoy hablaros de este trastorno, tan desconocido por la población general, porque en ocasiones los dietistas nutricionistas lo vemos en consulta. Es importante que las personas de nuestra profesión lo conozcan, para no favorecer con dietas o entrenamientos físicos un problema psicológico grave como es éste. En nuestro centro, al contar tanto con la nutricionista como con la psicóloga, hemos percibido que muchos de estos casos habían recibido tratamiento nutricional anterior sin ser detectado este problema.

El concepto del trastorno dismórfico corporal

No es un trastorno nuevo, pese a lo que pueda parecer. Tampoco es un trastorno conocido y, por ello, se diagnostica mucho menos de lo que debería. Es decir, a veces pasa por otro trastorno cuando no lo es o no se detecta en absoluto. Ya en 1891 se detectó que había personas que padecían una especie de dismorfofobia, como se le llamaba entonces, es decir, personas que estaban muy preocupadas porque estaban convencidas de que tenían un defecto físico cuando, en realidad, o bien no tenían ninguno o bien el defecto estaba magnificado.

A dónde lleva esta preocupación

Como la preocupación y la ansiedad son tan intensas, la persona pasa gran parte del tiempo intentando tapar, disimular o hacer que pase desapercibido ese supuesto defecto. Por supuesto, también tratan de eliminarlo, si es posible, con cirugía, dietas, tratamientos dermatológicos… en función de cual sea el defecto percibido. Puede escudriñarlo continuamente o evitar verlo debido a la angustia, alternando muchas veces ambas estrategias. Pero siempre de forma ansiosa y compulsiva. Muy frecuentemente también evitan situaciones sociales en las que sientan que ese defecto va a ser percibido. Con todo esto, tenemos a una persona que se encuentra mal, que pasa ansiedad, que consume gran parte del día dedicada a tareas relacionadas con el defecto y que deja de salir con gente. Muchas veces gasta gran parte de su dinero o del de sus familiares en supuestos tratamientos para su problema: acuden a dietistas, a nutricionistas, a dermatólogos, a cirujanos estéticos, a dentistas… Por fuerza, pues, es un trastorno que interfiere con la vida de la persona en varias de sus facetas y provoca malestar clínicamente significativo.

Defectos percibidos más frecuentes en el trastorno dismórfico corporal

tratamiento trastorno dismorfico corporalEn el trastorno dismórfico corporal el defecto percibido puede ser siempre el mismo o puede ir cambiando a lo largo del tiempo. A veces incluso, no existe un defecto en concreto, sino una percepción de defecto generalizada, la sensación de que algo no está bien. Son obsesiones frecuentes: la nariz, las manchas en la piel, la pérdida de cabello, las arrugas, los dientes, la musculatura… Puede pasar que, una vez realizada una cirugía o tratamiento para corregir el supuesto defecto, aparezca ansiedad por otro: el cuento de nunca acabar.

Qué conciencia del trastorno tienen estas personas

Aunque existen personas con trastorno dismórfico corporal que son conscientes de que tienen una preocupación obsesiva por su supuesto defecto, una parte muy importante de personas que lo padecen no la tienen, es decir, no aceptan o admiten que el defecto no es proporcional con el malestar o que no existe en absoluto; es decir, tienen un componente delirante. Cuando las personas están en este último punto, supone un reto para el tratamiento psicológico y un verdadero quebradero de cabeza para la familia, que está desgastada en los intentos de hacer comprender a la persona que su preocupación está magnificada.

Un subtipo de trastorno dismórfico corporal más presente en hombres: el muscular

trastorno dismorfico en deportistasExiste un tipo de trastorno dismórfico corporal, el de la dismorfia muscular, que es más frecuente en el sexo masculino, aunque también se da en el femenino. Estas personas están convencidas de que su musculatura no está suficientemente desarrollada, motivo por el que suelen acudir de modo diario a gimnasio, abusar de anabolizantes o esteroides andrógenos y acudir a dietistas o nutricionistas con la demanda de ganar masa muscular a través de la dieta. Por supuesto, también dedican gran parte de su tiempo a tareas relacionadas con la observación y/o mejora del supuesto defecto, o en la elección de alimentos proteicos, la compra y el cocinado de los mismos; es decir, el problema fagocita áreas importantes de su vida.

Cómo diagnosticarlo y diferenciarlo de otros trastornos

Hasta hace unos años, este problema era considerado una especie de hipocondría, motivo por el que era más difícil diagnosticarlo. Recientemente han mejorado mucho los criterios diagnósticos, y este trastorno ha sido incluido dentro de los trastornos obsesivo-compulsivos que son trastornos catalogados dentro de los trastornos de ansiedad. Es importante diferenciarlo de los Trastornos Alimentarios, aunque a veces no es fácil y ha de hacerse una evaluación muy específica cuando la fuente de preocupación es alguna parte del cuerpo que trata de corregirse con dietas o cuando toda la vida gira en torno a llevar una alimentación más saludable.

En el trastorno dismórfico corporal: antes es mejor

dietista nutricionistaSi te has sentido identificado con algo de lo que hemos comentado en los párrafos anteriores, tanto en ti mismo o misma, como en algún familiar o amigo, no dejes de pedir asesoramiento ya. Un psicólogo experto en este tipo de problemas es fundamental. Si es aconsejable o desaconsejable después tratamiento nutricional, o de otro tipo, se hablará y estudiará detenidamente en consulta.

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