Dentro de los Trastornos de la Conducta Alimentaria, la bulimia es el que más frecuentemente vemos en nuestra consulta de Valencia. La explicación es sencilla: así como una persona con anorexia siente rechazo a acudir al psicólogo o el nutricionista porque piensa erróneamente que el objetivo es renutrirla, la persona con bulimia suele sentirse culpable por los atracones que intenta evitar sin éxito. Este malestar es el que le lleva a acudir a la consulta de nutricionistas o psicólogos. Las personas con bulimia pueden tener un peso dentro de los rangos de peso normal, pero no se sienten cómodas dentro de su propio cuerpo, ni se sienten orgullosas de su relación con la alimentación. En este artículo intentaremos explicar por qué han llegado a esta situación de pérdida de control sobre su ingesta.
Cómo se va gestando la bulimia
La bulimia es un trastorno en el que están implicado muchos factores, es decir, no tiene una única causa. Hay factores que predisponen a tenerla, hay factores que la precipitan de modo abrupto en un momento determinado y hay factores que mantienen la bulimia una vez que ya se ha iniciado. Conocer estos tres tipos de factor es fundamental para entender la bulimia, para prevenirla y para curarla.
Los factores predisponentes: el caldo de cultivo de la bulimia
Como en muchas cosas en la vida, para los trastornos de la conducta alimentaria también una cierta predisposición biológica. Una predisposición no compromete a nada, no determina, simplemente te hace más vulnerable si se combina con muchos otros factores. Al final de la infancia o al inicio de la adolescencia, sentir que se tiene un exceso de peso o recibir burlas por parte de amigos por este motivo o presiones familiares aumentan esa vulnerabilidad ya existente. Una niña o un niño inseguros, con baja autoestima y conflictos familiares comienzan a tener más papeletas para desarrollar el problema, sobre todo si aparece el factor estrella: la dieta restrictiva.
Los factores precipitantes de la bulimia
Si se da el caldo de cultivo anterior, cualquier cosa puede hacer estallar el polvorín: una situación de acoso escolar, un mal resultado académico, el hambre y la ansiedad que la dieta restrictiva está provocando: cualquier situación estresante que desemboque en estrés o ansiedad pueden provocar un atracón. Este atracón precipita la obsesión por adelgazar, la persona piensa que le aleja del objetivo, que no vale nada, que va en contra de todo aquello que está intentando conseguir. Los atracones generan vergüenza, y se ocultan. Al ser realizados a escondidas y mantenerse en normopeso, el entorno puede pasar mucho tiempo sin darse cuenta de que algo está pasando. Simplemente la verán más irritable, que estalla a la mínima, que se aísla… pero probablemente lo achacarán a problemas con las amigas o a momentos propios de la edad.
Los factores mantenedores de la bulimia: las purgas y las restricciones
A partir de aquí, el trastorno comienza su propio círculo vicioso que tiende a mantenerlo y a agravarlo. La culpa que sienten por haberse dado el atracón les lleva, en muchas ocasiones a buscar acciones para eliminar de su cuerpo lo que han comido: las purgas. Estas purgas pueden tomar forma de vómitos autoinducidos, de laxantes, de diuréticos, de quemagrasas o de ejercicio físico compulsivo. Al realizar estas purgas, por unos momentos, sienten alivio, sienten que han podido revertir en parte los efectos del atracón. Pero entonces empieza el problema: el cuerpo comienza a defenderse, toma la delantera y provoca hambre, ansiedad, se defiende, con lo cual los atracones vuelven a producirse. Así, el ciclo atracón-purga queda establecido y el trastorno va agravándose, intercalando periodos de ayuno con episodios de atracón y purga.
El tratamiento de la bulimia: un abordaje conjunto
La bulimia es un trastornos con implicaciones tanto psicológicas como físicas, por eso debe tratarse conjuntamente por un psicólogo y un nutricionista. Al ser un trastorno complejo, ambos profesionales han de estar especializados en Trastornos de la Conducta Alimentaria y estar coordinados para avanzar en paralelo y al mismo ritmo. En nuestro centro especializado en TCA la primera entrevista la realiza una de nuestras psicólogas expertas en Trastornos Alimentarios. Tras esta evaluación el trabajo se coordina con la dietista especializada y ambas van decidiendo cómo abordar cada caso concreto. Si tú o un familiar necesitáis asesoramiento para un inicio de bulimia o una bulimia ya establecida, contactad con nosotras.