¿CUÁNTO DEBEMOS CONSUMIR AL DÍA?
Una cuestión muy recurrente entre quienes se preocupan por su alimentación es cuánto azúcar debo (o mejor puedo) comer al día.
Teniendo en cuenta que el exceso de consumo de azúcar en nuestra sociedad es una de las principales causas de sobrepeso y obesidad, y que además se relaciona con otras enfermedades como diabetes o síndrome metabólico, la respuesta de nuestra nutricionista está clara: como el alcohol, cuanto menos, mejor.
INGESTA DIARIA RECOMENDADA
No es que se recomiende tomar azúcar, sino que hay un máximo establecido de que los azúcares simples no deben aportarnos más del 10% de la energía total al organismo. Es decir, más que un número exacto dependerá de las calorías que necesites.
Pero hay que fijarse que NO se recomienda consumir un 10%, sino que se pone como límite ese 10% (es decir, si yo consumo 2000kcal, los azúcares simples no deberían de aportarme más de 200kcal), pero la OMS (organización mundial de la salud)ha reducido este límite hasta el 5% (lo que serían 100kcal; 25g de azúcar).
AZÚCAR OCULTO
Teniendo en cuenta eso, es fácil pensar que consumimos menos; pero no es cierto, en el mercado hay muchísimos productos que contienen azúcar y que pasan desapercibidos, como la mayoría de salsas (mirad el kétchup y la barbacoa y os sorprenderéis de la cantidad que le añaden), las sopas e incluso mucha comida precocinada que en principio es salada.
CÓMO TOMARLO
Lo ideal es eliminar todo el azúcar de la dieta, tanto el que se ve (el de mesa que añadimos) como el que no se ve (el que está en los cereales, salsas, bollería…) e intentar comer lo menos procesado y dulce posible.
Ese 5% lo deberíamos de ocupar con fruta, que aunque de por sí contiene azúcar, ni se absorbe ni actúa igual en el cuerpo (gracias a la cantidad de fibra de la fruta, se absorbe de forma mucho más pausada, evitando picos de azúcar), aportándonos muchas vitaminas y minerales, sobre todo antioxidantes.
¿Y EN NIÑOS?
Exactamente lo mismo, no es necesario que tomen azúcar, la energía se la podemos proporcionar de frutos secos, granos enteros, legumbres… Si sumamos que al ser más pequeños necesitan menos calorías que un adulto, se reduce la cantidad de azúcar límite. En su día a día, no debería tomar bollería (incluidas galletas), zumos industriales, cacao azucarado ni otras de las muchísimas cosas que les solemos dar para desayunos y meriendas.