Nuestros hábitos alimentarios, así como nuestros hábitos de movimiento, han cambiado en las últimas décadas de forma radical. Nos encontramos ahora en un entorno obesogénico, es decir, en un contexto que favorece la aparición de obesidad. Vamos con el coche a todos los lados, o con autobús. Usamos el ascensor y andamos poco. Vemos mucha tele y allí nos bombardean con anuncios de comida que no es saludable. Los niños no corren por las calles, están sentados en sus casas jugando a la Tablet o a los Lego y comiendo galletas o bollería industrial. Hay cumpleaños que se celebran en el MacDonald´s. Con todo ello no es de extrañar que la obesidad infantil se haya disparado ( es el trastorno infantil más habitual en toda Europa) y que sea un enorme problema que deberemos encarar de cara a un futuro. Los estudios sobre el tratamiento de la obesidad infantil están ya proliferando.

Qué es la obesidad

La obesidad constituye una enfermedad. Se la considera de origen multifactorial y es de abordaje complejo, además de tender a ser una enfermedad crónica. Sus repercusiones en salud son graves y trae consigo problemas emocionales de gran trascendencia. Sabemos que la obesidad en la infancia, además, es un factor predictor muy importante de obesidad en la adultez, por eso es tan importante tomar medidas de prevención. Se consideran obesas las personas que tienen un índice de masa corporal superior a 30. El cálculo del índice de masa corporal en adultos se puede realizar de la siguiente manera: kg/m2. Para niños y adolescentes hay que introducir un factor de corrección que debe aplicar el nutricionista o el pediatra.

Causas de la obesidad infantil

El papel del ambiente

tratamiento de la obesidad infantil valenciaComo hemos avanzado anteriormente, las causas de la obesidad no son únicas, pero sí sabemos que las variables del ambiente, es decir, los modelos paternos, la información disponible, la publicidad en los medios ( que incluso animan a utilizar complementos alimentarios), la disponibilidad de alimentos muy calóricos o la tendencia a la vida sedentaria intervienen de modo muy significativo en ella. Antes nos sentábamos todos a comer en la mesa, había comida de cuchara, con potajes, guisados, en los que había verdura y legumbres en abundancia; la ensalada siempre estaba en el centro de la mesa y la mandarinas o manzanas abultaban en los bolsillos de las batas escolares. Los niños abrían la nevera y allí estaban los nabos, el puerro, los manojos de espinacas, las doradas, los lenguados… Ahora abren el congelador y están las varitas de pescado, los minihelados con una falso formato que los hace parecer aptos para diario, y hay más productos que alimentos. Antes los niños juegaban de casa en casa  o en la calle, ahora esto es cada vez menos posible, y hasta en el parque nos da miedo perderlos de vista y estamos dando mensajes continuos que cohartan su desarrollo psicomotor: te vas a caer, no subas ahí, cuidado con el otro niño… Vamos, que no tienen ni un momento para desfogarse e investigar porque los entornos ya no nos parecen seguros a los padres. Todo esto favorece un descenso en al actividad física integrada en la vida normal y un estilo alimentario inadecuado.

Las variables psicológicas

nutricionistas de valencia centroTambién sabemos que existen factores psicológicos que juegan un papel importante tanto en el origen como en el mantenimiento de esta enfermedad y que son una parte importante de su tratamiento, ya estemos hablando de niños como de adultos. La depresión, por ejemplo, parece ser un enlace de doble dirección en la obesidad: una depresión infantil puede predisponer a obesidad en la edad adulta, pero también la obesidad puede predisponer a tener depresión. También se está comprobando que la ansiedad es uno de los problemas psicológicos más frecuentes que tienen las personas con obesidad, también los niños, y sobre todo si son chicas. La baja autoestima es otro de los problemas psicológicos más frecuentes en la obesidad infantil, sobre todo la baja autoestima corporal, de nuevo aquí con mayor riesgo en chicas.

Tratamiento de la obesidad infantil

El tratamiento de la obesidad infantil ha de tener un doble componente: el componente dietético-nutricional y el componente psicológico y de asesoramiento ( a veces a padres, a veces a hijos, a veces a ambos).

Tratamiento de la obesidad infantil: nutricional

dietistas en el centro de valencia

Este tema es de gran trascendencia: no vamos a poner a un niño a dieta. Las dietas no enseñan a comer, generan ansiedad, frustración y más ganas aún por comer alimentos que no están incluidos en ellas. El niño con obesidad necesita una reeducación alimentaria y un plan para introducir una actividad física en su rutina diaria de vida, no sólo de forma abrupta apuntándolo un día a un deporte. Ha de aprender a estar activo, a moverse, a disfrutar del movimiento de su cuerpo. La labor de la nutricionista será, pues, tanto con los padres como con los hijos, para realizar este tratamiento de la obesidad infantil.

Tratamiento de la obesidad infantil: psicoeducativo

La parte psicológica -psicoeducativa- también es importante, incluso aunque todavía no haya presencia de ansiedad, baja autoestima corporal o bajo estado de ánimo. El niño puede estar teniendo pensamientos de inadecuación por tener sobrepeso, de poco control sobre sí mismo por comer más de la cuenta, que pueden surgir espontáneamente o estar favorecidos por los padres, en un intento de ayudarle. Asesorar a los padres en estrategias más eficaces que la de decirle: “es que no paras de comer, no comas más, vas a engordar, tienes que controlarte más…” es muy importante.

 

 

 

 

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