Aunque podrían parecer dos mundos muy distanciados, los trastornos alimentarios están más relacionados con el deporte de lo que creemos. Dentro del deporte, los trastornos alimentarios tienen una mayor prevalencia que entre la población en general. Los nutricionistas o cualquier otro profesional que trabaje con deportistas deben estar atentos para poder detectar precozmente cualquier alteración de la conducta alimentaria, incluso antes de desarrollar un cuadro clínico completo.
Trastornos alimentarios en el deporte
Aunque la mayoría de atletas siguen un plan dietético que les ayude a aumentar su rendimiento deportivo, algunos están en lucha constante con su peso. Los deportes donde hay más riesgo de padecer cualquier TA son aquellas que van por categoría de peso, los deportes de resistencia y los deportes donde se requiere de un tipo específico de físico como la gimnasia rítmica.
También hay que tener en cuenta que hay ciertas características de personalidad que son comunes tanto en atletas como en personas con alto riesgo de padecer trastornos alimentarios: alto nivel de perfeccionismo, autosacrificio, autocontrol, pensamientos obsesivos encaminados hacia un objetivo concreto…
Prevención de los trastornos alimentarios en deportistas
Unas buenas prácticas alimentarias son una estrategia clave para la prevención de la aparición de estos trastornos alimentarios en deportistas. La implementación de ciertas prácticas puede reducir la incidencia de trastornos alimentarios, tales como:
- Evitar pesar a los deportistas en público, ni publicar los resultados en el equipo.
- Nunca hacer o tolerar comentarios despectivos relativos al peso o a la composición corporal del atleta.
- Ser empático con los sentimientos de los deportistas y como responderán a comentarios sobre su físico.
- Recordar que hay limitaciones personales respecto al nivel de grasa corporal.
- Tener en cuenta que la relación entre grasa corporal y la práctica deportiva es compleja y no siempre reducirla supone una mejora.
- Cualquier programa de pérdida de peso deberá ser supervisado por profesionales como nutricionistas, y podría ser útil la figura del psicólogo deportivo en ellos.
- No se deben imponer estándares de peso, grasa o calorías a un atleta por los éxitos de otro distinto.
- Se debería promover los programas de educación alimentaria, no solo de seguimiento de dietas.
- No recomendar dietas extremas bajo ninguna circunstancia.
- Recordar que los deportistas más jóvenes son más susceptibles.
Laura Guillem Molina, dietista-nutricionista en NUTRIemoCIÓN (Valencia)