QUÉ ES LA SOBREINGESTA NOCTURNA

La persona que padece un síndrome de comedor nocturno tiene una relación con la comida muy particular: por la mañana no come apenas nada y durante el resto del día come muy poco; sin embargo, cuando llega la noche comienza a comer después de cenar de manera compulsiva, llegando a despertarse en mitad de la noche para comer. Los síntomas son:

Anorexia matutina: tras los atracones nocturnos, la persona apenas desayuna. Se siente mal física y emocionalmente. Puede sentir sensaciones gástricas desagradables debido a la variedad y frecuencia de asaltos a la nevera. También puede sentirse culpable y pretender compensar no desayunando. Por otro lado, está cansada y sin ganas de prepararse nada.

Hiperfagia nocturna: después de cenar, aparece la hiperfagia, es decir, el exceso de alimentación. Normalmente, en este trastorno, al menos un 25 % de la ingesta total diaria se produce después de cenar, en forma, principalmente de hidratos de carbono, ya sean pasta, productos de bollería, arroz o alimentos muy dulces.

Problemas de sueño: dado que una parte importante de las conductas de comer se dan después de cenar o en mitad de la noche,  estas personas suelen padecer de algún tipo de insomnio, ya sea de conciliación o de mantenimiento.

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