DISMORFOFOBIA
CUANDO LO QUE VES EN EL ESPEJO NO ES REAL

¿Te preocupan intensamente uno o varios defectos físicos que tu entorno no percibe o a los que quitan importancia?
Las personas que padecen un Trastorno Dismórfico Corporal sienten enorme preocupación por algún defecto del cuerpo, la piel o el pelo. Este defecto puede ser imaginario – nadie lo ve más que ellos – o real – los demás lo ven pero no creen que sea para tanto. En este segundo caso la preocupación y la ansiedad son mayores de lo esperable.
La sensación de defecto puede estar localizada a alguna parte del cuerpo o ser generalizada a todo el aspecto físico y produce un malestar psicológico de tal nivel, que la persona ve mermada su calidad de vida. Aunque no es propiamente un trastorno alimentario, como a veces los acompaña, pasamos a describirlo.
Qué es el Trastorno Dismórfico Corporal
El Trastorno Dismórfico Corporal es un trastorno psicológico conocido anteriormente con el nombre de Dismorfofobia. Pertenece al grupo de los llamados Trastornos Somatoformes. Para entender este tipo de problemas psicológicos es necesario explicar que hay personas que tienen una especial sensibilidad hacia su propio cuerpo y, por lo tanto, tienen una conciencia muy ampliada del mismo y una tendencia a fijarse en él.
Esto, en sí, no representa un problema, a no ser que esta sensibilidad vaya unida a un patrón de interpretación negativo del cuerpo. Si ambas características se dirigen a las características del propio cuerpo estamos ante un Trastorno Dismórfico Corporal.


Síntomas del Trastorno Dismórfico Corporal
Aunque es normal que haya partes de nuestro cuerpo con las que no estemos especialmente satisfechos, si esta disconformidad acapara nuestra vida, nos obsesiona y gobierna, éstos pueden ser síntomas de este problema psicológico:
- ¿tienes pensamientos obsesivos sobre alguna parte de tu cuerpo que no puedes quitarte de la cabeza?
- ¿te obsesiona ocultar o disimular esa parte cuando estás con gente?
- ¿tiendes a evitar ir a sitios o a situaciones porque te incomoda que te vean esa parte de ti que te desagrada?
- ¿te produce vergüenza esa parte de tu cuerpo?
- ¿te hace sentir inferior?
- ¿compruebas, observas o analizas esa parte de tu cuerpo en el espejo obsesivamente?
Origen del Trastorno Dismórfico Corporal
Como en todo trastorno psicológico, para que cuaje este problema suelen ser necesarios tanto factores predisponentes como detonantes. Los factores que predisponen a este trastorno son factores de vulnerabilidad biológica y factores de crianza en los que se da excesiva importancia al físico. Los detonantes suelen ser situaciones de humillación o burla en la adolescencia o la adultez temprana, sobre todo si estas experiencias son extremas. El 1-2 % de la población podría padecer este trastorno en alguna de sus manifestaciones, desde las más leves hasta las más graves y afecta tanto a hombres como a mujeres.
Las personas con Trastorno Dismórfico Corporal están firmemente convencidas de la gravedad de su defecto, por lo que suelen iniciar un recorrido a clínicas de estética, operaciones de cirugía plástica, ortodoncistas, dermatólogos, clínicas capilares… antes de que el entorno les presione para acudir al psicólogo, a lo que suelen mostrarse muy resistentes. También pueden haber recurrido a dietistas y nutricionistas, por eso la correcta identificación de esta problemática en el sector de la nutrición es tan importante.


Partes del cuerpo más afectadas
Existe cierta diferencia respecto a las partes corporales afectadas en función del sexo. Las mujeres con este problema suelen quejarse fundamentalmente de nariz, piel y pecho. Los hombres, de los genitales. Aunque en ambos sexos también existen otras áreas susceptibles de generar dismorfofobia, como son las arrugas, los dientes, las cicatrices, las orejas, la barbilla. En general, cualquier parte del cuerpo puede ser susceptible de originar sensación de defecto.
Complicaciones del Trastorno Dismórfico Corporal
La ansiedad y los trastornos depresivos graves suelen acompañar a este problema. También puede complicarse con un trastorno obsesivo-compulsivo o con una fobia social porque la persona que siente esta angustia, no puede evitar estar todo el día pendiente del supuesto defecto, lo mira, lo observa, lo comprueba, lo palpa. Pero también lo oculta y lo evita, lo camufla, lo disimula.
En función de que predominen las compulsiones o las evitaciones, el trastorno puede derivar en un trastorno obsesivo-compulsivo o en una fobia social. Por supuesto, el Trastorno Dismórfico Corporal también puede estar presente en los Trastornos de la Conducta Alimentaria. En estos casos, sin embargo, la sensación de desagrado suele estar generalizada a todo el cuerpo o al peso, aunque también se dan casos que se fijan obsesivamente en vientre, tobillos, clavículas, caderas, etc.


Tratamiento del Trastorno Dismórfico Corporal
El tratamiento de este problema es complicado y ha de ser llevado a cabo siempre por un psicólogo especializado y con experiencia en este tipo de casos. Si acompaña a un trastorno alimentario, el tratamiento con el nutricionista o dietista especializado ha de complementar al psicológico.
Uno de los motivos de dificultad es la resistencia del paciente a acudir al psicólogo, pues piensa que su problema se solucionará cuando se haga esa nueva operación de cirugía plástica, o cuando adelgace, o cuando se haga esa liposucción o ese tratamiento facial. Otro de los problemas es la cronificación, pues suele pasar mucho tiempo hasta que la familia o amigos consigue detectar y motivar al paciente a recibir ayuda.